Toda crianza debe ser respetuosa


En estos últimos años, ha cobrado fuerza la idea de "crianza respetuosa", entendiendo por tal un estilo de crianza que no se aferra rígidamente a los ritmos y formas esperados en el desarrollo infantil mal llamado "normal", sino que se adecua a las características y necesidades de cada niño en particular.
Me pregunto cómo habremos sido criados muchos de nosotros para que tengamos que hablar de respeto en la crianza. ¿Acaso cualquier persona no merece ser respetada por su sola existencia? Esto, que parece una obviedad, no lo ha sido siempre, habiendo épocas en las que los golpes fueron considerados medidas educativas ejemplares (y lo siguen siendo hoy en día, lamentablemente, en algunos contextos).
Por otra parte, la idea de "crianza respetuosa" ha sido en muchos casos tergiversada, derivando en enfoques que han disuelto toda norma o marco de referencia de la misma. Ejemplo de ello son algunas familias que ni siquiera acompañan o apuntalan ciertos procesos madurativos de los hijos, arguyendo que respetan "sus tiempos". Me pregunto a dónde queda el rol paterno/materno o de adulto que acompaña infancias, cuando estas últimas se ven totalmente desprovistas de la presencia atenta y amorosa de sus cuidadores. 
Respeto en la crianza también implica asumir nuestro rol como educadores primarios, hacerles saber a nuestros hijos que estaremos para ellos, para satisfacer sus necesidades y deseos, pero también para transmitirles principios y valores de vida (siempre, claro está, de acuerdo a nuestros criterios particulares, que no son infalibles ni perfectos, y que debemos revisar todas las veces que lo consideremos necesario).
Como ya hemos escuchado miles de veces, ningún extremo es bueno. Así como el autoritarismo es un estilo de crianza inadecuado, la permisividad también lo es. 
Ojalá podamos acompañar infancias respetuosamente, poniendo en primer plano la singularidad de cada niño, pero estando presentes para ellos... Que el respeto no sea la máscara del abandono, sino la cara del amor. ¡Buenas tardes!

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