(Re) encontrarnos luego de la maternidad


Soy mamá de un niño de un año y 5 meses. Pasé la mayor parte de mi vida como madre en pandemia, lo cual ha supuesto un desafío extra al que de por sí implica la maternidad. Recuerdo haber experimentado hace algunos meses una sensación que, por momentos, regresa, si bien no tan intensa como antes: la despersonalización, la falta de reconocimiento de mi propia identidad como mujer, como profesional, como amiga, como pareja, y como muchos otros roles que asumo a diario… La maternidad tiene eso, nos zambulle de cabeza en esa díada madre- hijo que parece excluir todo lo que no se refiera a las necesidades de ese nuevo ser que forma parte de nuestra vida.

Esa sensación puede durar meses, incluso años para ciertas mujeres… Pero llega un momento en la vida de nuestros hijos en el que ya no necesitan esa presencia nuestra permanente… Si hemos descuidado totalmente esos otros yoes que también somos, es probable que, al llegar esa etapa, sintamos un vacío angustiante, una sensación de no saber para dónde salir corriendo… Puede que, recién ahí, nos animemos a preguntarnos: ¿qué hice de mi vida además de maternar? ¿Qué pasó con mis gustos, mis deseos, mis proyectos personales…?

Si bien nunca es tarde para escuchar esa voz interior que nos habla de lo que anhelamos más allá de la maternidad, lo ideal es que la registremos de vez en cuando, que le preguntemos si quiere decirnos algo, incluso en esa etapa en la que nuestro hijo nos necesita más cerca que nunca… A veces esa voz se calla a fuerza de haber sido silenciada infinitas veces.

Algunas me dirán, y con razón: ¿cómo hago para recuperar la vida que tenía antes de la maternidad, si ahora hay un ser que me demanda atención casi permanente?... En verdad, sería imposible pretender regresar a nuestra vida pre-madres, ya que el nacimiento de los hijos implica un cambio irreversible… Nunca vamos a dejar de ser madres, es un camino que se inicia para siempre (incluso si nuestro hijo fallece, también seremos madres toda la vida, y es importante tenerlo en cuenta). 

El objetivo debe ser otro: hacernos lugar, alojar a nuestro yo en nuestra rutina diaria, poner en la agenda un turno con nosotras mismas, que nos recuerde que, además de madres, somos y podemos ser muchísimas cosas… Por supuesto, esto no se logra de forma inmediata, es un proceso que, como todos, implica tiempo.

Si no estás pudiendo encontrarte luego de la maternidad, no te frustres ni te desesperes… Tratá de procurarte un espacio de intimidad que habilite un trabajo introspectivo, hacia tus necesidades y deseos más personales. 

Ojalá te encuentres y te re- encuentres todas las veces que puedas y lo consideres necesario. Ojalá, también, te permitas desconocerte si así lo sentís, y cuestionarte el modo en que estás transitando tu maternidad… Sólo la duda puede llevarnos a buscar nuevos caminos, otros medios para llegar a disfrutar de un rol que puede ser muy gratificante si logramos que sea sólo uno de todos los que nos permitan autorrealizarnos.

Fecha de escritura: 29/06/2021.

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