"Petit" 3. Reflexionando sobre la Psicología infantil (y otras cosas)
Hoy nuevamente les propongo reflexionar a partir de otro capítulo de la serie infantil “Petit”, emitida en nuestro país por la señal Paka Paka. El episodio elegido se llama “Soy más listo que un resfrío”.
En el mismo, Petit está resfriado, y asiste a la escuela en este estado. La docente, al verlo, le dice: “Petit, con ese resfrío no creo que puedas venir mañana a la granja”. Todos los niños muestran mucho entusiasmo por este paseo, y Petit no es la excepción. Sus amigos le dicen que, si sigue estornudando, no podrá asistir, a lo que el protagonista le responde: “ah, ¿no? Yo soy más listo que un resfrío”. Aquí, vemos que Petit le da mayor importancia al síntoma (estornudo), y no a la enfermedad en sí, como si dejar de estornudar fuera un aseguro de curarse. Por otra parte, pareciera que el único interés de Petit es asistir al paseo, descuidando su estado de salud y las consecuencias que asistir a dicha salida puede tener en su estado de salud y en los demás.
Ya en su casa y en cama debido a su estado, Petit le pregunta a su mamá si se va a curar para el otro día, a lo cual la mujer le responde: “no lo creo, Petit, estás resfriado”. El niño subestima la situación, diciendo que “son sólo globitos” (en referencia a los mocos). Me parece interesante reflexionar acerca del proceso que implica la enfermedad y el sanar, el cual se desarrolla a través del tiempo. Así como la enfermedad a veces no se manifiesta de un momento al otro, sino progresivamente (empezamos a estornudar, luego tenemos escalofríos, más tarde aparece la fiebre, etc.), la sanación también es un proceso que lleva su tiempo, y es importante respetarlo.
Continuando con el desarrollo del capítulo, vemos que Petit la pregunta a su mamá cuándo se va a curar, frente a lo cual ésta le responde: “tu cuerpo te lo dirá”. Esto me lleva a reflexionar sobre lo importante que es escuchar nuestro propio cuerpo, el cual nos da indicios que nos permiten saber si nos sentimos sanos o enfermos. Incluso cuando no padecemos ninguna enfermedad diagnosticable o grave, muchas veces el cuerpo nos indica, a través de sensaciones, que no estamos del todo bien. Las emociones juegan también un papel importante, ya que, al ser seres biopsicosociales, todo lo que nos pasa a nivel físico repercute en lo psíquico, y viceversa; por este motivo, cuando estamos enfermos es probable que nos sintamos también decaídos anímicamente.
En relación a esto, rescato la escena en la que el padre de Petit lo lleva a la cama a tomar la medicina, y el niño le pregunta: “¿entonces con esto me voy a curar?”, a lo cual el padre le contesta: “ya veremos, Petit. Es importante que descanses”. Esta escena me remite a la necesidad de bajar el ritmo, tomarnos un descanso o hacer un impasse en nuestra rutina habitual cuando nos enfermamos, o aparece algún síntoma que nos indica que algo no anda del todo bien en nosotros. ¡Qué importante resulta estar atentos y registrar lo que nos dice el cuerpo! Si nos sentimos mal, por algo es… Una consulta al médico, unos días de descanso, poner en pausa nuestra rutina diaria puede ser lo que necesitamos para sentirnos saludables. Por supuesto, sabemos que, cuando se trata de niños, no siempre les resulta sencillo quedarse en la cama (como le sucede a Petit, que preferiría ir a jugar con sus amigos).
Siguiendo el hilo del capítulo, en otra escena Petit intenta, de diversas maneras, frenar su resfrío. Para esto, en primer lugar, busca un broche de colgar la ropa y se lo coloca en la nariz, tapándose con la sábana. Cuando su mamá se acerca a su cama, Petit le dice que ya se curó, frente a lo cual la madre quiere verlo; Petit se destapa, estornuda y el broche sale volando. Lo mismo sucede cuando ella le dice que tiene fiebre, a la cual busca bajar recurriendo a un ventilador. Cuando su padre lo ve, apaga el artefacto y le pregunta: “¿quieres enfermarte o curarte?” (¿cuántas veces, para “curarnos”, recurrimos a sustancias que en verdad nos enferman más?). Por último, Petit, fiel a su ingenio, piensa que, si se gasta todos los estornudos, se curará más rápido, por lo cual comienza a estornudar a propósito, contando cada uno.
En estas escenas, vemos cómo el niño sólo busca tapar el síntoma (el estornudo), pero no obtiene resultados ya que no está tratando la causa del mismo (el resfrío), por lo cual el síntoma puede regresar con otra forma (por ejemplo, en vez de mocos, tos). Esto me lleva a pensar en muchas situaciones en las que buscamos tapar nuestros síntomas, no sólo físicos, sino principalmente psíquicos. ¿Cuántas personas buscan “distraerse” para no pensar en sus preocupaciones, o se llenan de actividades a fin de llenar su vacío existencial?
Otro de los pasajes del capítulo que me parece significativo es aquel en el que los amigos de Petit van a visitarlo. Uno de ellos, Román, lleva puesto un barbijo, y al ver que Petit no para de estornudar, dice: “nos va a contagiar y ninguno podrá ir a la granja”. Luego, frente al pedido de los niños, el padre del protagonista permite que se queden un ratito con él, y Román dice: “epidemia segura”.
Si bien la actitud fatalista es típica del personaje de Román, en este caso parece ser el único consciente de la posibilidad de contagio. Salvando la distancia entre el simple resfrío que padece Petit y la situación de pandemia que estamos atravesando, pienso en la cantidad de contagios que se producen por no respetar la cuarentena, especialmente en los casos confirmados de COVID, contactos estrechos o con posibles síntomas. Esto me lleva a reflexionar sobre la responsabilidad social que implica aislarse para evitar posibles contagios, sin llegar a colapsar el sistema de salud.
Por supuesto, esto no implica que los amigos de Petit no puedan visitarlo, pero deben hacerlo teniendo especial cuidado en no contagiarse. Lo mismo sucede con las personas enfermas de COVID: si bien necesitan acompañamiento y apoyo, el mismo debe brindarse de forma segura, evitando nuevos contagios que agraven la situación.
Continuando con el análisis, vemos que tanto Petit como sus amigos planean una estrategia para que este último pueda asistir a la granja, a escondidas de los padres, quienes le han dicho que debe quedarse en cama debido a que está enfermo. Para esto, visten al perro Tadeo con el pijama de Petit, quien se esconde debajo de la cama, mientras que la mascota ocupa su lugar. El padre del protagonista ve la actitud sospechosa con la que se despiden los amigos de su hijo, y entra en su habitación para ver cómo está. Al observar en la cama un bulto que parece dormir, se retira tranquilo. Petit cree haber engañado a sus padres, y está contento por ello.
Una actitud similar a la de Petit suelen tener quienes no respetan las medidas de distanciamiento social, organizando reuniones y fiestas clandestinas a las que asisten muchas personas, o que realizan viajes que no están autorizados. Al igual que el protagonista, estos individuos suelen jactarse de haber violado los controles, sin ser conscientes de las consecuencias que esto puede tener para sí mismos y/o para terceros. Retomando la frase que el protagonista dice al comienzo del capítulo, ¿cuántas personas se creen más “listas” que el virus que se ha cobrado ya miles de vidas en nuestro país?
Concluyendo con el análisis del capítulo, más adelante vemos a Petit y sus compañeros en la granja, junto a la maestra. El protagonista está enfermo y se siente mal. Comienza a estornudar, y luego lo hace su amigo Gregorio, dando inicio a una cadena de contagios que termina afectando a todos los presentes, incluso a los animales. Petit observa la situación, y las manos de todos lo señalan, haciéndolo sentir culpable de lo sucedido, frente a lo cual el niño dice: “¡Noooo, contagié a todos!”. Esta situación nos remite de forma directa a la cantidad de contagios de COVID que se han producido por no respetar el aislamiento, algunos de los cuales han terminado, lamentablemente, en fallecimientos.
Afortunadamente, nada de esto sucedió realmente, ya que Petit estaba teniendo una pesadilla de la que logra despertar. Su mamá trata de tranquilizarlo diciéndole: “fue sólo un sueño”. Sin embargo, este sueño nos habla de los miedos y fantasías del niño en relación a esta situación, los cuales le permitieron tomar conciencia de las consecuencias que habría tenido asistir en ese estado a la granja.
Luego, el niño pregunta a su mamá si ya se curó; ésta le toma la fiebre y le dice: “parece que haber descansado sí hizo su efecto” (recordemos lo expresado en relación al proceso de enfermedad, los tiempos que conlleva la cura y la necesidad de “parar” para recuperarse). Sin embargo, Petit parece darle otra explicación a su cura, la cual, según él, se debe a que se gastó todos los estornudos; aquí vemos nuevamente cómo el egocentrismo infantil se refleja en el pensamiento del protagonista.
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