El camino de las decisiones
El proceso de toma de decisiones suele ser difícil de encarar. ¿Quién de nosotros no se ha sentido confundido o dubitativo frente a él? Ahora bien, ¿qué es lo que despierta esas sensaciones? En primer lugar, consideremos el escenario del cual partimos: se nos presentan una serie de opciones, más o menos amplias de acuerdo a las posibilidades de cada uno y/o a la circunstancia en la que nos encontremos. En algunos casos, podemos sentirnos empujados a una sola y única dirección, mientras que, en otros, pueden presentarse ante nosotros tantas posibilidades que no sabemos por cuál optar. Pensemos el proceso de toma de decisiones como un recorrido. Imaginemos que, en nuestra ruta, llegamos a un cruce de caminos. Así como no podemos avanzar si nos quedamos en la encrucijada, tampoco podremos desarrollar nuestros proyectos y sueños personales si no decidimos qué queremos hacer. Y esta decisión, así como implica elegir positivamente algo, también nos exige dejar de lado (al menos, tempora...