Navegando el mar de la maternidad…
Quienes nos embarcamos en el viaje de la maternidad (algunas por propia decisión, otras por voluntad de la vida misma), llevamos como equipaje nuestros deseos, expectativas, miedos y fantasías en torno a este rol… Una vez que el motor se pone en marcha, empezamos a recorrer el camino, y descubrimos en él paisajes que no imaginábamos, compañeros de ruta que no esperábamos y, por el contrario, algunas ausencias que nos desilusionan. Nuestras expectativas y fantasías previas al nacimiento de nuestro hijo se confrontan con la realidad que conocemos una vez que él ya forma parte de nuestra vida diaria … y la ecuación no suele dar siempre el resultado esperado… Aquí entra en escena la famosa frustración, esa emoción que nos indica la insatisfacción frente a lo que no se da como queríamos o esperábamos. La maternidad implica muchos cambios que no siempre son procesados de forma rápida y sencilla, ya que nos obligan a dejar de lado cosas que definían nuestra identidad… Adaptarnos a...